Cuando somos jóvenes no nos interesamos por el cuidado de la piel. Pero a medida que vamos creciendo, nos vamos dando cuenta de la importancia que tiene su cuidado (sobretodo la del rostro que es más delicada y es la que más expuesta está). Nos salen manchas, arrugas; y desde que cumplimos los 25, la gente nos empieza a poner más años de los que tenemos. 

Entre más temprano en la vida la empezamos a cuidar nuestra piel, mejor va a lucir. Pero para empezar a cuidarla no es necesario tener 10 productos diferentes. Ir acoplándonos con productos e ir conociendo nuestra propia piel y aprender a escuchar sus necesidades es parte del proceso.

Parte del cuidado básico de la piel consta de la EXFOLIACIÓN y la HIDRATACIÓN. 

La EXFOLIACIÓN consiste en remover las células muertas de la piel. Mediante este proceso permitimos que las nuevas células puedan respirar y absorber los nutrientes necesarios. 

La HIDRATACIÓN se asegura de que la piel se mantenga elástica, se vea joven y le aporta el agua que necesita para mantenerse saludable.